CONTRATO DE ARRENDAMIENTO
¿Por qué hacer un contrato de arrendamiento?
En el sector inmobiliario es común que en temas de arrendamiento éste se realice de manera informal, es decir que se haga un trato en palabra, sin ningún documento legal que respalde este acuerdo.
Al llevar a cabo un arrendamiento de manera informal se corren múltiples riesgos que pueden ir desde la falta de pago en las rentas hasta una demanda de desalojo si el inquilino se niega a abandonar el inmueble. Por ello es importante que tomes las medidas pertinentes para la protección de tus inmuebles cuando de arrendamiento se trata.
¿Qué es un contrato de arrendamiento?
Un contrato de arrendamiento es un acuerdo al que llegan el arrendador (propietario) y el arrendatario (inquilino) previo a realizar el alquiler de un inmueble. Éste establece que el arrendatario puede habitar de forma temporal un bien que pertenece al arrendador a cambio de un pago establecido (renta).
Este contrato es previsto por el artículo 2398 del Código Civil Mexicano y por los códigos civiles de las entidades federativas.
¿Qué contiene un contrato de arrendamiento?
El propósito de firmar este documento es establecer un mutuo acuerdo entre las partes sobre todo lo estipulado en el contrato, así como dar protección y seguridad legal.
Algunos de los puntos que deben encontrarse en este documento son:
- Nombre completo de las partes, arrendador y arrendatario.
- Ubicación del inmueble.
- Monto, lugar y fecha de pago de la renta.
- Descripción detallada del inmueble objeto del arrendamiento, de las instalaciones y accesorios con que cuenta para el uso y goce del mismo, así como el estado que guardan.
- Mención expresa del destino (habitacional/comercial).
- Término o vigencia del contrato.
- Garantías contractuales
- El monto de la cantidad dada en depósito en garantía.
- Domicilio de las partes para notificaciones.
¿Qué tipo de inmuebles requieren un contrato de arrendamiento?
Se consideran bienes inmuebles o bienes raíces a todas aquellas propiedades que están ligadas al suelo. Éstos suelen ser considerados como activos de inversión para uso residencial, comercial o industrial.
Los inmuebles que requieren de un contrato de arrendamiento son:
- Casas: Edificación donde residen personas y llevan a cabo actividades cotidianas.
- Departamentos: Unidad de vivienda que forma parte de un edificio compartido de múltiples pisos.
- Locales comerciales: Espacios destinados a la venta de productos, prestación de servicios o desarrollo de actividades comerciales.
- Naves industriales: Estructuras diseñadas para albergar actividades industriales, de almacenamiento o producción a gran escala.
- Terrenos: Porción de tierra o suelo que puede ser identificada y delimitada, no cuenta con ninguna construcción o edificación.
- Ranchos: Extensa propiedad rural, comúnmente es utilizada para la cría de ganado, la agricultura u otras actividades agrícolas.
¿Cuáles son las obligaciones de propietarios e inquilinos?
Al firmar un contrato, se hace un acuerdo en beneficio del arrendador y el arrendatario, ya que establece tanto las obligaciones como los derechos de cada una de las partes.
Las obligaciones básicas del propietario son:
- Entregar al inquilino el bien arrendado en las condiciones de uso e higiene adecuadas.
- Mantener en buen estado el inmueble durante la vigencia del contrato, salvo el desgaste natural por el uso.
- Realizar las reparaciones y el mantenimiento necesarios para la funcionalidad y seguridad del inmueble.
- Ceder el uso del inmueble durante la vigencia del contrato, sin interrupción, a excepción de reparaciones.
- Devolver íntegro el depósito de garantía de no ser utilizado.
Por otra parte, las principales obligaciones del inquilino son:
- Pagar la renta en el tiempo establecido.
- Responder a los daños causados al inmueble bajo su responsabilidad.
- Utilizar el inmueble para la finalidad estipulada.
- Notificar al arrendador si se requiere alguna reparación.
- Hacer reparación de cualquier daño, así sea por desgaste normal.
A pesar de que es el propietario quien contrata, se recomienda contar con un representante legal calificado en el sector inmobiliario para que respalde, proteja y guíe en este proceso jurídico.
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